A veces me pregunto a qué fenómenos sociales responde la actuación del gran colectivo de votantes que en este país vive anclado a unas preferencias políticas que sin duda son absolutamente perniciosas para su propia calidad de vida.
Puedo entender que una porción de la gran masa social vote una y otra vez a un partido que día tras día y acción tras acción miente a su pueblo y destruye sistemáticamente un "estado del bienestar" que costó años y años construir y ríos de sangre, tinta y saliva.
Puedo entender que exista un colectivo que mantenga directamente vínculos e intereses políticos, económicos e incluso familiares con esa derecha española que no tiene el mínimo pudor a la hora de mentirnos continuamente a todos, e incluso de robarnos el sustento para engrosar su propias arcas y las de sus amigos y acólitos.
Puedo entender que exista una facción más o menos reducida de beneficiados directamente por el régimen de la derecha gobernante en estos momentos en España.
Puedo entender que en su momento, por pura ignorancia o por falta de cultura y criterio otra porción de votantes otorgaran su voto a una derecha que ocultó en todo momento su intención de convertir España en un paraíso para la derecha católica, reaccionaria y heredera de la más pura tradición franquista. Y todo ello mintiendo, como siempre, y aprovechando la excusa de una crisis económica que aun siendo de carácter mundial, fueron ellos mismos los iniciadores en nuestro país con sus políticas de la etapa aznariana y su famosa y tan cacareada "España va bien", sus políticas urbanísticas y su burbuja inmobiliaria.
Puedo entender el voto de castigo de una parte de la izquierda moderada a una etapa socialista que Rodríguez Zapatero no supo gestionar con la independencia y la didáctica que debería haber demostrado: informando e incluso consultando al pueblo las decisiones que le forzaban a tomar, desde una Europa de mayoría neoliberal.
Pero lo que no puedo entender, es como una gran parte de los electores, de este país sigue otorgando su confianza a este gobierno. Una gran parte de la población que no pertenece a la clase privilegiada, que no recibe las prebendas ni los beneficios que la derecha de Rajoy prodiga entre los suyos a manos llenas; una población que por el contrario es el objetivo de los recortes sociales que este gobierno aplica indiscriminadamente; que ve como día a día la clase empresarial y económica se aprovecha de su esfuerzo para enriquecerse todavía más con la crisis; que a visto recortadas sus pensiones, rebajados sus salarios, destruido sus derechos sociales, vendida su sanidad al mejor postor, privatizada y dogmatizada la educación de sus hijos, aparcados los derechos de igualdad de las mujeres, de los deficientes y las personas dependientes. Y todo ello mientras utilizan el dinero del fondo de nuestras pensiones, que todos hemos ahorrado co nuestro esfuerzo diario, para rescatar a sus amigos banqueros de una quiebra que ellos mismos generaron con sus fraudes y malas gestiones. Un dinero que nunca han devuelto, mientras siguen obteniendo año tras año mayores beneficios que en el ejercicio anterior; un dinero que acaba en el bolsillo de sus propios accionistas.
No puedo entender que sigan votando a un partido que no busca más que su propio beneficio; que solo pretende doblegar a la ciudadanía hacia una forma de vida servilista y caziquista en la que solamente los potentados de su propia corriente tengan derecho a beneficiarse del esfuerzo de todos.
Utilizando la cortina de humo de la crisis nos están derechizando sitemáticamente. Que me expliquen sino, en que beneficia a la economía de este país una ley de educación vergonzosa, cristianizante y clasista cuya única finalidad es destruir la educación pública y beneficiar descaradamente la escuela concertada-privada-cristiana; una ley que nos costará una fortuna implantar y que después nos costará otra hacerla desaparecer. Que me expliquen sino, en que beneficia a la economía de este país una ley "mordaza" que solo busca impedir que el pueblo se exprese libremente contra las decisiones arbitrarias de un gobierno empeñado en destruir su derechos más básicos. Que me expliquen sino, en que beneficia a la economía de este país imponer unas tasas para acceder a la justicia con el fin de que solo aquellos que tengan recursos puedan defender sus derechos ante los tribunales. Que me expliquen sino, en que beneficia a la economía de este país una ley del aborto que a punto ha estado de destruir los derechos de nuestras mujeres a decidir sobre su propio cuerpo.
Se estima que todo el capital defraudado, malversado, estafado, ocultado, malgastado o directamente robado por la maquinaria del Partido Popular un todas las jurisdicciones donde gobierna o ha gobernado, podría ascender a más de 7.000 millones de euros; con esa cantidad se podría pagar directamente la deuda que España tiene con la Unión Europea, y todavía sobraría para devolver al estado del bienestar todos los beneficios sociales que el PP nos ha robado.
Por eso no puedo dejar de preguntar ¿que hace falta para que los españoles se den cuenta, de una vez de que les están robando?
Espacio personal e intransferible para todo aquel o aquella que como yo, ya esté harto de tanta miseria política y social en este país.
jueves, 12 de noviembre de 2015
martes, 3 de noviembre de 2015
HABLANDO DE EDUCACIÓN
La educación e este país está muy lejos de ser perfecta. De hecho, está todavía muy lejos de ser aceptable. Y no quiero emitir esta opinión en base a estudios y análisis como el famoso estudio PISA que cada año viene a recordarnos lo mal que estamos en comparación con otros países de nuestro entorno, nivel social y económico.
Si hago esta afirmación es porque me mueve la razón empírica. Llevo ya muchos años metido en esto de la docencia en diversos niveles educativos como para poder darme cuenta por mi mismo de los defectos de que adolece nuestro sistema educativo.
El primero de ellos es sin duda el que provocan nuestros políticos, sobre todo los de derechas. Cada vez que tiene oportunidad utilizan la educación para su propio beneficio: para aleccionar a la infancia y a la juventud en sus propios planteamientos, que generalmente se traducen en dos pilares fundamentales: por un lado, selección de los más inteligentes o los más pudientes para continuar con niveles superiores de educación, y por otro adoctrinamiento basado en la fe y los valores del cristianismo con la intención de obtener una masa popular dócil y lerda que no ponga en duda las decisiones que sobre sus vidas los líderes puedan tomar.
Para ello, aprovechan la mínima oportunidad para retirar ayudas a los libros, a los comedores, a las becas, a las dotaciones de los centros públicos, etc. mientras reducen las plantillas del profesorado, evitan sustituciones, amortizan plazas de docentes jubilados, aumentan las ratios en las aulas y empeoran sistemáticamente las condiciones de los centros públicos mientras subvencionan la escuela concertada configurada principalmente por los centros pertenecientes a la iglesia católica.
Se que este es un melón que nadie se atreve a abrir, pero ¿nadie se pregunta porque existen tan enormes diferencias entre el acceso a la docencia de un docente público respecto a uno concertado?. De entrada un docente que quiera acceder a la escuela pública debe someterse a un proceso de oposición al que deberá dedicar una buena parte de su vida si quiere superarlo, y en todo caso deberá acceder a una bolsa de trabajo en la que puede permanecer durante años antes de optar a una plaza en calidad de interinidad.
Por contra un docente de la escuela concertada, solo tiene que conocer a alguien dentro del centro o de la jerarquía eclesiástica para que le hagan un contrato de trabajo sin pasar por un concurso selectivo público. Pero tanto a unos como a otros se les pagará con el dinero de nuestros impuestos. Por cierto, dicho sea de paso: si estas divorciado/a, separado/a, si no estás bautizado o no estás casado por la iglesia lo tienes muy difícil para acceder a una escuela concertada católica.
Otro de los problemas que afectan a nuestra educación es sin duda la formación metodológica que tiene una buena parte de nuestros docentes. Una formación construida en base a metodologías tradicionalistas basadas en el premio y castigo sobre un proceso de enseñanza-aprendizaje que premia únicamente la acción memorística derivada de la superación de exámenes y pruebas que dejan mucho que desear. Un sistema que despoja a los estudiantes de todo conocimiento significativo y que no los prepara para afrontar nuevos retos, para desarrollar la capacidad crítica que les permita ser personas mas seguras de si mismas, para adquirir habilidades o desarrollar capacidades que les otorgen un futuro en el que sean capaces de disfrutar del ocio, del deporte, del arte, de la música, de la cultura.
Para esta corriente metodológica, las masas deben ser preparadas solamente para trabajar. No importan las individualidades de la persona, solo cuenta la uniformidad de todos los individuos. Todos deben saber escribir al mismo tiempo, todos deben saber sumar y multiplicar cuando está establecido y el que no cumple con el patrón cuando se le ordena debe pasar a considerarse fuera del sistema, marginado y hasta humillado.
Como muestra valga este ejemplo de una de las mentes más privilegiadas con que cuenta la humanidad, Sir Ken Robinson:
Si hago esta afirmación es porque me mueve la razón empírica. Llevo ya muchos años metido en esto de la docencia en diversos niveles educativos como para poder darme cuenta por mi mismo de los defectos de que adolece nuestro sistema educativo.
El primero de ellos es sin duda el que provocan nuestros políticos, sobre todo los de derechas. Cada vez que tiene oportunidad utilizan la educación para su propio beneficio: para aleccionar a la infancia y a la juventud en sus propios planteamientos, que generalmente se traducen en dos pilares fundamentales: por un lado, selección de los más inteligentes o los más pudientes para continuar con niveles superiores de educación, y por otro adoctrinamiento basado en la fe y los valores del cristianismo con la intención de obtener una masa popular dócil y lerda que no ponga en duda las decisiones que sobre sus vidas los líderes puedan tomar.
Para ello, aprovechan la mínima oportunidad para retirar ayudas a los libros, a los comedores, a las becas, a las dotaciones de los centros públicos, etc. mientras reducen las plantillas del profesorado, evitan sustituciones, amortizan plazas de docentes jubilados, aumentan las ratios en las aulas y empeoran sistemáticamente las condiciones de los centros públicos mientras subvencionan la escuela concertada configurada principalmente por los centros pertenecientes a la iglesia católica.
Se que este es un melón que nadie se atreve a abrir, pero ¿nadie se pregunta porque existen tan enormes diferencias entre el acceso a la docencia de un docente público respecto a uno concertado?. De entrada un docente que quiera acceder a la escuela pública debe someterse a un proceso de oposición al que deberá dedicar una buena parte de su vida si quiere superarlo, y en todo caso deberá acceder a una bolsa de trabajo en la que puede permanecer durante años antes de optar a una plaza en calidad de interinidad.
Por contra un docente de la escuela concertada, solo tiene que conocer a alguien dentro del centro o de la jerarquía eclesiástica para que le hagan un contrato de trabajo sin pasar por un concurso selectivo público. Pero tanto a unos como a otros se les pagará con el dinero de nuestros impuestos. Por cierto, dicho sea de paso: si estas divorciado/a, separado/a, si no estás bautizado o no estás casado por la iglesia lo tienes muy difícil para acceder a una escuela concertada católica.
Otro de los problemas que afectan a nuestra educación es sin duda la formación metodológica que tiene una buena parte de nuestros docentes. Una formación construida en base a metodologías tradicionalistas basadas en el premio y castigo sobre un proceso de enseñanza-aprendizaje que premia únicamente la acción memorística derivada de la superación de exámenes y pruebas que dejan mucho que desear. Un sistema que despoja a los estudiantes de todo conocimiento significativo y que no los prepara para afrontar nuevos retos, para desarrollar la capacidad crítica que les permita ser personas mas seguras de si mismas, para adquirir habilidades o desarrollar capacidades que les otorgen un futuro en el que sean capaces de disfrutar del ocio, del deporte, del arte, de la música, de la cultura.
Para esta corriente metodológica, las masas deben ser preparadas solamente para trabajar. No importan las individualidades de la persona, solo cuenta la uniformidad de todos los individuos. Todos deben saber escribir al mismo tiempo, todos deben saber sumar y multiplicar cuando está establecido y el que no cumple con el patrón cuando se le ordena debe pasar a considerarse fuera del sistema, marginado y hasta humillado.
Como muestra valga este ejemplo de una de las mentes más privilegiadas con que cuenta la humanidad, Sir Ken Robinson:
Por supuesto que existen muchos más defectos que debemos superar si un día queremos aspirar a una educación mínimamente aceptable, y de ellos hablaremos más adelante. Pero de momento lo que más urge es un gran pacto de estado por la educación que no esté contaminado por la influencia del dogmatismo de derechas ni de los valores exclusivos de la iglesia católica.
¿Será soñar demasiado?
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